viernes, 7 de abril de 2017

Sopa de verduras y quinoa

La sopa es de esos platos que hasta hace poco no soportaba. Me recordaba a la de veces que de pequeña había tenido que comer sopa de pollo. Qué horror. Hasta tal punto llegaba mi aversión por este plato, que cuando mi marido me preguntaba que si me apetecía sopa para cenar le contestaba "¿Por qué, estás malo?". Por eso intento no obligar a mi hijo a comer lo que no le gusta, porque me parece una forma perfecta de que los niños odien determinados alimentos.
Pero afortunadamente crecí y vi que había mundo más allá de la sopa de pollo. Mucho mundo. 

Mi concepción de la sopa empezó a cambiar en un viaje a Tailandia con la sopa Tom Yum -si no la habéis probado ya estáis tardando. Es deliciosa y realmente excitante para el paladar la mezcla de sabores como la lima, el limoncillo y la lima kaffir con el picante del chili- y ya en Vietnam enloquecí con sus pho y sus mil ingredientes -tanto, que al final del viaje terminé desayunando sopa-. 

Desde entonces me encanta probar en casa a hacer sopa mezclando lo que me va pareciendo. La receta que os traigo hoy tiene una mezcla de aquí y de allí y es de las más ricas que he improvisado, a ver qué os parece. (Y con el tiempo me he reconciliado con la sopa de pollo, por cierto).

Ingredientes para 4 personas:
- 1 litro de agua
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 nabo
- 2 zanahorias
- 2 limoncillos
- 3 apios
- un chorro de aceite de oliva
- 4 hojas de lima kaffir
- 2 cucharadas de leche de coco
- sal
- un puñado grande de shiitakes
- un huevo por persona
- unos 30 gr de quinoa por persona

1.- Lo primero que hacemos es la base de la sopa. En una olla grande ponemos un chorrito de aceite y doramos ligeramente las verduras (para mi gusto este paso previo le da un gusto muy rico a las sopas y purés): la cebolla, 3/4 del puerro, 3/4 del nabo, 1 1/2 zanahoria, 2 1/2 apios y los 2 limoncillos (cháscalos para que suelten más sabor). 
Una vez doradas las verduras las cubrimos con el litro de agua y dejamos cocer durante 1 1/2 hora. Este es el paso más largo de la sopa y podemos tenerlo hecho con antelación. 

2.- Cuando haya cocido lo suficiente colamos el caldo y reservamos las verduras. A mí no me gusta ponerle a la sopa las verduras tan cocidas así que las guardo para hacer un puré.

3.- Y ahora ya empezamos con la sopa en sí que solo nos va a llevar 15 minutos. Una vez tenemos el caldo en una olla vamos a cortar muy finas las verduras que hemos reservado: 1/4 de puerro, 1/4 de nabo, 1/2 zanahoria y 1/2 apio, y se las incorporamos. Estarán unos 12 minutos cociéndose. Por cierto, este es muy buen momento para rectificar de sal si lo necesitáis. 

4.- Lavamos la quinoa para quitarle el sabor amargo y la añadimos a la sopa. La cantidad a poner depende del hambre que tengáis. 

5.- En un cazo aparte hacemos los huevos poché. Es muy fácil, aquí te explico cómo. 

6.- Cuando la verdura y la quinoa lleven 5 minutos al fuego añadimos las shiitake cortadas en tiras. 

7.- Cuando queden 2 minutos para el final echa las cucharadas de la leche de coco y remueve bien. 

8.- A los 2 minutos apaga y sirve las sopas de manera individual con el huevo poché. Ponle por encima un chorro de salsa sriracha y a disfrutar.





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